Guemesia ochoai fue un dinosaurio, perteneciente a la familla abelisauridae, que habitó Sudamérica hace unos 84 a 71 millones de años, a finales del Período Cretácico. Si bien no es el primer abelisáurido descubierto en Argentina, sí que es el primero de su familia hallado en la Provincia de Salta.
Su nombre tipo rinde honor a Martín Miguel de Güemes, un patriota militar argentino que luchó por la independencia de su país, mientras que su nombre de especie es un homenaje a Javier Ochoa, un técnico del Museo Florentino Amghino y que estuvo fuertemente involucrado en la investigación de Guemesia.
Características:[]

Comparación de tamaño entre Guemesia y un gato doméstico (Créditos: @cisiopurple en Devianart).
Es, potencialmente, el abelisáurido más pequeño conocido hasta la fecha. El conocimiento sobre la apariencia de este dinosaurio, aparte de las características que lo identifican como un miembro de su familia, es escasa. Por el momento, se le ilustra como un abelisáurido arquetípico, sin mucho que destacar: un cráneo corto y grueso, hecho para tener una mordida poderosa; brazos reducidos que no eran capaces de ejecutar movimiento voluntario alguno; hileras de escamas con relieve que le recorrían el lomo; y piernas esbeltas que indican adaptaciones para una caza activa, mediante la persecución.
Descubrimiento e investigación:[]
El holotipo de Guemesia fue encontrado en la Formación Los Blanquitos, Provincia de Salta. Es uno de los abelisáuridos más completos hallados en la zona, y el primero en ser descrito, ya que anteriormente solo se habían encontrados dientes aislados y restos demasiado fragmentarios como para asignarlos a una nueva especie: por lo general, los dinosaurios de esta familia se concentran en la Patagonia argentina.

Cavidad craneal de Guemesia (Créditos: Javier Ochoa).
Los restos constan de un cráneo parcial en buen estado, específicamente, la cavidad craneal, de la cuál se han podido realizar tomografías computarizada para ilustrarla. Estos estudios arrojan la presencia de rasgos óseos que no se han apreciado en ningún otro abelisáurido, tales como una fosa supratemporal que se extiende a lo largo del extremo posterior de los frontales, siendo relativamente poco profunda y de contorno ovoide, mostrando un margen anterior ligeramente cóncavo, así como una inteligencia reducida en comparación a sus pares.
Fue formalmente nombrado en 2022, a mano de un equipo conformado por Federico L. Agnolín, Mauricio A. Cerroni, Agustin Scanferla, Anjali Goswami, Ariana Paulina-Carbajal, Thomas Halliday, Andrew R. Cuff y Santiago Reuil, siendo así el primer dinosaurio sudamericano descrito en ese año.