Eocursor parvus fue una especie de dinosaurio ornitisquio basal que habitó el continente africano hace 200 millones de años, a principios del Período Jurásico. Es, potencialmente, el ornitisquio más antiguo que se conoce hasta el momento, y una de las piezas clave al momento de estudiar la historia evolutiva y afinidades del orden al que pertenece.
Su nombre genérico se compone de las palabras "eos", que se usa en el griego antiguo para referirse al amanecer, y "cursor", palabra en latín para "corredor". Su epíteto de especie, "parvus" también proviene del latín y se refiere a algo de pequeño tamaño, por lo que el nombre Eocursor parvus puede traducirse como Pequeño corredor del amanecer.
Características.[]
Gracias a un espécimen relativamente bien conservado, hoy en día es posible conocer como sería la apariencia, al menos conceptualmente, de Eocursor. Este fue un dinosaurio de tamaño bastante reducido, con estimaciones que difícilmente llegan al metro de longitud y los tres kilos de masa corporal. Poseía una figura delgada y esbelta, idónea para realizar movimientos ágiles que le ayudasen a escapar de depredadores como el cocodrilomorfo Sphenosuchus, hipótesis que se ve reforzada por sus patas posteriores, largas en comparación al resto del cuerpo, que habrían permitido a Eocursor emprender persecuciones prolongadas en las que ganaría ventaja rápidamente. Poseía una cabeza diminuta y una cola larga, así como unas patas delanteras reducidas, características que le ayudaban a distribuir su peso y mantenerse equilibrado.
El hocico de Eocursor estaba rematado por un pequeño pico primitivo carente de dientes, llamado predentario, que se limitaría a la mandíbula inferior; se desconoce si poseía un complemento en la mandíbula superior, pero a juzgar por dinosaurios más desarrollados con los que estaba relacionado, se estipula que no. Seguido del predentario, habría contado con una serie de dientes triangulares que indican una dieta parcialmente herbívora, pero no se descarts que Eocursor se alimentase de ocasionalmente insectos y animales más pequeños.
En un principio, se plasmó a Eocursor como un dinosaurio similar a un lagarto, que se desplazaba erguido sobre sus patas trasera y estaba cubierto de escamas. Actualmente esa idea se ha ido refinando, representándose ahora como un dinosaurio tal cual son, además de sugerirse que, en lugar de escamas, su cuerpo pudo estar cubierto de filamentos (plumas primitivas similares a pelaje) tanto parcial como totalmente. Esta teoría nace a partir de estudios que buscan el origen de las plumas en los dinosaurios, y que sugieren que mientras más antiguo era este, más probabilidades existían en que contara con algún tipo de filamento.

Créditos: Ildar Gismatullin.
Descubrimiento e investigación.[]
El holotipo de este animal fue descubierto en 1993 en la Formación Elliot Superior, Sudáfrica. Se trata de un espécimen relativamente completo y bien preservado, que consta de una mandíbula inferior casi completa, múltiples huesos de las extremidades, la pelvis y vértebras cervicales, dorsales y sacras. No sería descrito hasta 2007, a mano de los paleontólogos británicos Richard Butler, David Norman, y el sudafricano Roger Smith. En este estudio se le bautizaría como hoy lo conocemos, y se le catalogaría como un ornitisquio basal que contribuía a reconstruir un vínculo poco esclarecido entre los heterodontosáuridos y los ornitisquios más avanzados. No obstante, hoy en día se le considera un dinosaurio más primitivo que Heterodontosauride, considerándose como una conexión entre los primeros dinosaurios y los safornitisquios (que incluyen a los heterodontosáuridos y genasaurios).

Esquema de los restos de Eocursor (Créditos: Scott Hartman):
Inicialmente se le dató del Triásico Tardío, más concretamente del Noriense, hace 210 millones de años. Hoy en día esa visión se ha corregido y se data a Eocursor 10 millones de años más "joven", proveniente del Jurásico Temprano (Hettangiense), siendo contemporáneo de otros dinosaurios como el sauropomorfo Aardonyx y el heterodontosáurido Abrictosaurus.