Los rasgos inconfundibles del Einiosaurus eran el cuerno curvado hacia delante de la nariz y las dos elevaciones óseas encima de los ojos. En el extremo superior de la coraza del cuello, asimismo, le crecían dos cuernos largos y delgados. Toda esta ornamentación en la cabeza, quizás de vistosos colores habría atraído a las hembras durante la época de apareamiento. El cuerpo rechoncho del Einiosaurus se asentaba sobre cuatro fuertes patas en forma de columna. Los expertos creen que los restos de numerosos Einiosaurus hallados en varios depósitos de fósiles representan manadas que pueden haber muerto durante una sequía o una inundación. Esto sugiere que el Einiosaurus, al igual que otros dinosaurios centrosáuridos tales como el Pachyrhinosaurus y el Centrosaurus, vivían en manadas similares a las que crean hoy día los animales como el bisonte o el ñu. Entre los dinosaurios que coexistieron con el Einiosaurus están hadrosáuridos tales como el Hypacrosaurus, el Maiasaura y el Prosaurolophus, otros Ceratopsianos como Rubeosaurus , Achelousaurus y Prenoceratops ; los anquilosáuridos Edmontonia y Euoplocephalus, y el tiranosáurido Daspletosaurus, el cual solía cazarlo.