Del físico del Dinocephalosaurus destaca su enorme cuello, que constituía la mitad de la longitud total del animal. Es un rasgo similar al del Tanystropheus, aunque en el Dinocephalosaurus era relativamente más corto. El cuello constaba de 25 vértebras, y cada vértebra contaba con un par de costillas que, a jugar por sus articulaciones, expandían el volumen del cuello. Pero esas costillas cervicales apuntaban ligeramente hacia atrás, lo que hacía que el cuello no fuera muy flexible. Los miembros eran cortos pero fuertes, señal de que el animal pasaba gran parte de su vida en el mar.
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