El Chaohusaurus era un ictiosaurio primitivo con un cuerpo alargado y serpenteante. Su cráneo era alargado, con unas grandes órbitas oculares y unos orificios nasales elevados que le facilitaban el subir a la superficie a respirar. Sus cuatro patas se han transformado en aletas muy articuladas que le permiten girar y ganar empuje para huir de los depredadores y avanzar. Su cola era larga y moviéndola de lado a lado conseguía un impulso extra.
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