Los primeros restos descubiertos del Brachylophosaurus, un dinosaurio pico de pato, fueron un cráneo y la parte delantera del esqueleto. Se encontraron en Alberta, Canadá, en 1936. El Brachylophosaurus tenía un cráneo estrecho y una cresta ósea que iba desde las fosas nasales hasta los ojos, y sobresalía ligeramente de la cabeza. Esta cresta no era lo suficientemente robusta para ser usada como arma entre los machos, por lo que se cree que la usaban para emitir sonidos disuasorios. Si pico, similar al de un pato, carecía de dientes delanteros, pero tenía cientos de molares aplanados en la parte trasera. Sus ojos, dispuestos lateralmente, le daban una buena visión periférica que le permitía ver antes a los depredadores. Parece ser que también tenía un buen olfato, pues sus fosas nasales eran muy grandes. Al detectar a un depredador, este animal corría a gran velocidad hacia el agua, donde gracias a su ancha cola podía remar hasta alejarse de los depredadores.
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